Nos funciono convocar jóvenes que ya tenían algún antecedente en programación, por ejemplo con el Bachillerato Técnico del colegio Fernando Botero. Invitamos profesores de la asignatura de sistemas de los colegios pero no fueron constantes en el proceso.

Se va formando un semillero de alumnos avanzados, pero en todas las clases se reciben alumnos nuevos, las prácticas incluyen ejercicios avanzados y principiantes.

Para hacer visible el proceso, nos funcionó participar en eventos de ciudad que requería el tipo de sonoridad.

Cultivar la pasión por la programación en Medellín puede ser una herramienta de desarrollo, y una oportunidad de trabajo para los jóvenes, creemos que una buena entrada a la pasión por la programación es escribir código en vivo para música bailable, pues se ve como reaccióna la música a un cambio en el código y se programa en un ambiente juvenil y divertido.

En nuestro caso encontramos algunos aliados que nos ayudaron a lograr el proyecto, Parque Explora, MOVA, Colaboratorio.

Para ser inmune a los cambios políticos y de presupuesto, dedicamos un tiempo importante a documentar el proceso, esperando que nuestros aprendizajes estimulen otros grupos que expandan este tipo de iniciativas.